Todas somo Jane

29.07.2023

SINOPSIS

Chicago, 1968. Joy, una ama de casa, lleva una vida normal con su esposo y su hija, mientras la ciudad y la nación están al borde de una violenta agitación política. Pero cuando se queda embarazada sin desearlo y con un riesgo mortal para su salud, nadie está dispuesto a ayudarle en una época en la que legalmente no puede abortar. Su viaje para encontrar una solución a su situación le lleva hasta una organización clandestina de mujeres que le brindará una alternativa más segura y le cambiará la vida.


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Con casi un año de retraso desde su estreno en el Festival de Toronto del año pasado, llega a España "Todas somos Jane", una película que a través del personaje ficticio de Joy nos sumerge en la red clandestina de mujeres que ayudaban a otras a abortar en el Chicago de los años 60.

Todo parece perfecto en la plácida vida de Joy, una ama de casa adinerada de los suburbios de Chicago, pero cuyo embarazo supone un riesgo mortal que todos los hombres de su entorno quieren correr con tal de que no se practique un aborto. Será en ese momento cuando Joy se dé de bruces con la realidad machista que la rodea, lo que la llevará a encontrar en un grupo de mujeres no sólo el apoyo para llevar a cabo sus propias decisiones, sino tambien un nuevo sentido y utilidad a su vida.

La cinta, protagonizada por Elizabeth Banks y Sigourney Weaver, trae de nuevo al público la eterna lucha de las mujeres por el control de su cuerpo, y lo hace con un lenguaje y unos mensajes efectistas que muestran la clara manipulación a la que se sometía a mujeres como Joy. No faltan hombres en la película, ya sean doctores, maridos o parejas ocasionales, los que deciden en nombre de las mujeres sobre su cuerpo y su maternidad. La en ocasiones sutil coacción queda reflejada en un guión que no escatima en mostrar con realismo los procedimientos clandestinos a los que las mujeres se veían abocadas a sufrir.

Pero son precisamente esos momentos los únicos que dan un poco de dramatismo a la narración, que peca de cierto conformismo. Mas que un drama, la cinta se asemeja más a un documental de ficción que recuerda la historia, para muchos desconocida, de miles de mujeres que podían abortar en prácticas clandestinas gracias a la ayuda de un grupo de compañeras que se jugaban la libertad para conseguirlo.

Sin embargo, la película se olvida del drama de esas miles de mujeres para presentar una historia con final feliz que por momentos parece demasiado sencilla para ser verdad.

No hay sobresaltos ni persecuciones y la clandestinidad parece ser sorteados de una manera plácida. Todos los peligros se simplifican y se dejan pasar de manera rápida y casi inadvertida permitiendo que sea solo la hermandad la no por ser necesario y emotivo, deja de ser insuficiente.

La directora Phyllis Nagy no logra regalarnos otro de sus excelsos dramas femeninos como lo fue Carol, aun teniendo la historia todos los elementos para ello. Por el contrario, la película se limita a reflejar un momento histórico, con cierto aroma de reivindicación sin llegar a ser revolucionaria; una mirada al pasado cercano que dejará a muchos preguntándose si, tras la sentencia de 2022 que anula el veredicto "Roe contra Wade" que permitía a las mujeres abortar en EEUU, también no muestra el futuro más inmediato.


Por Ainhoa Mela.