Marlowe

12.05.2023

SINOPSIS

A finales de los años 30, en los bajos fondos de Los Ángeles, una rica y bella heredera (Diane Kruger) encarga al detective privado Philip Marlowe (Liam Neeson) que busque a su antiguo amante, que ha desaparecido. Pronto descubre que tras la desaparición de ese hombre hay una red corrupta que le pone en el punto de mira de algunos de los mandatarios más acomodados y peligrosos de la ciudad.

FICHA TÉCNICA

Título: Marlowe

Género: Drama, cine negro, crimen

Director: Neil Jordan

Guion: William Monahan, Neil Jordan

Basado en el personaje creado por: John Banville, Benjamin Black, Raymond Chandler

Producción: Mark Fasano, Patrick Hibler, Billy Hines, Philip Kim, Gary Levinsohn, Alan Moloney

Reparto: Liam Neeson, Diane Kruger, Jessica Lange, Alan Cumming, Daniela Melchior

Fecha de estreno: 12 de mayo de 2023 en cines

Calificación: No recomendada para menores de 12 años

Que opinamos

Sumido en un letargo semejante a un caso olvidado, el nuevo noir Marlowe se adentra en un territorio desesperanzador. Con la primera aparición en la gran pantalla del investigador privado de Raymond Chandler en más de cuatro décadas, el enmarañado thriller de Neil Jordan naufraga en su intento de rendir homenaje al género que pretendía revitalizar. La confusión reinante, un misterio soporífero, actuaciones extravagantes aunque poco amenas, restricciones presupuestarias evidentes y un error catastrófico en el reparto principal, dan como resultado una película de detectives tan enrevesada que te dejará sin aliento.

William Monahan, guionista de renombre por Infiltrados y Body of Lies, adapta la novela de John Banville de 2014, The Black Eyed Blonde, un relato de Marlowe avalado por la herencia de Chandler. Si bien captura hábilmente los diálogos afilados y meticulosos que Humphrey Bogart y Robert Mitchum solían pronunciar con destreza, fracasa en plasmar la trama estructurada que Chandler dominaba a la perfección. Este es un problema acuciante en una película como Marlowe, donde la trama se sostiene sobre giros inesperados, mientras que el resto –elenco, ambientación, banda sonora– parece haber sido extraído de un escenario de crimen.

La trama comienza de forma aparentemente inofensiva: el detective privado Marlowe (Liam Neeson) es contratado por la femme fatale Clare Cavendish (Diane Kruger) en el Los Ángeles de los años treinta. La gélida heredera busca a su ex amante y Marlowe necesita trabajo, pero todo se complica cuando el caso se sumerge en los oscuros rincones de la criminalidad, con actores secundarios que irrumpen en escena solo para cobrar un cheque y lucir acentos exóticos (Alan Cumming lidera la lista en su papel de gánster sureño, acompañado de Adewale Akinnuoye-Agbaje y Colm Meaney). El misterio se construye y se desmorona simultáneamente, una debacle que ni la recreación del Los Ángeles de los años 30 en Barcelona, ni los esfuerzos de Jordan para extraer de Neeson una actuación pausada y apática, logran enmendar. El actor posee la mandíbula cuadrada y la mirada penetrante necesarias para dar vida a Marlowe, pero sólo parece animarse cuando enfrenta a villanos más jóvenes, al estilo de Taken. En la contienda de Marlowes en la pantalla, Neeson supera a Elliott Gould pero no alcanza a Powers Boothe.

Cuando Danny Huston irrumpe interpretando un personaje arquetípico -el siniestro titiritero que grita mucho-, resulta evidente que Marlowe tiene poco que aportar al género, y en cambio se sumerge en un juego bizarro de cubrir las expectativas internacionales. Es inevitable preguntarse si Jordan, lejos de sus días de gloria con The Crying Game, alguna vez contempló atribuir la dirección a un Alan Smithee ficticio. Pero como el propio Chandler escribió: "No hay trampa más mortal que la que uno se tiende a sí mismo".

La trama se deshilacha como un ovillo de lana en manos de un gato, y la tensión se disipa como humo en el viento. El intento de recrear el Los Ángeles de los años 30 en Barcelona resulta tan convincente como un bigote postizo mal pegado, y la sobreactuada interpretación de Neeson parece un triste eco de su enérgico desempeño en Taken.

El elenco de reparto, por otro lado, parece estar compitiendo por ver quién puede entregar la interpretación más caricaturesca. Cumming se lleva la palma como un gánster sureño que parece haber escapado de una producción de bajo presupuesto de los hermanos Coen, mientras que Akinnuoye-Agbaje y Meaney luchan por mantenerse a la par con acentos tan exagerados que rayan en lo cómico.

En definitiva, Marlowe es una película que parece estar perpetuamente en lucha consigo misma, una que intenta ser un tributo a los clásicos del cine noir, pero que se queda atascada en su propio embrollo. En lugar de aportar algo nuevo o interesante al género, la película se limita a marcar las casillas sin ofrecer nada más.

Es una lástima, ya que hay destellos de lo que podría haber sido una gran película en medio de todo el desorden. El diálogo es agudo y la trama tiene potencial, pero estos elementos se ven oscurecidos por las actuaciones exageradas y la falta de dirección clara. En el final, Marlowe se siente como una oportunidad desperdiciada, una película que podría haber sido mucho más de lo que acabó siendo.