Los Tres Mosqueteros: Milady
Después de que su amada Constance (Lyna Khoudri) es secuestrada, el joven mosquetero D'Artagnan (François Civil) se embarca en una misión para rescatarla, lo que lo lleva a una alianza incómoda con la misteriosa Milady de Winter (Eva Green), a quien él presumía muerta. Mientras tanto, un grupo sombrío de conspiradores planea desencadenar una guerra civil en Francia...
En abril, se estrenó en el Reino Unido, con poco bombo y recibió menos atención de la que merecía, "The Three Musketeers: D'Artagnan" de Martin Bourboulon. Esta adaptación cinematográfica del clásico de Dumas, la primera en más de 60 años, aportó un estilo enérgico y contundente, al estilo de Bourne, a su material recargado, sin sacrificar la ingeniosidad y elegancia que se esperaría de una película de los Mosqueteros. También destacó por los mejores sombreros vistos en la pantalla grande este año (tomen eso, Oppenheimer) y, lo que es más significativo, terminó con un cliffhanger tentador.
Como tal, esta segunda entrega, afortunadamente rápida en llegar (filmada consecutivamente con la primera), retoma de inmediato desde la primera parte, sumergiéndonos de lleno en una frenética secuencia de fuga de prisión, completa con un obligatorio pero impresionante salto al foso, y apenas disminuye el ritmo durante las siguientes dos horas.
A pesar del subtítulo y de la promesa de más Eva Green en la secuencia de apertura (advertencia de spoiler: la esbelta Milady sobrevivió a su salto desde el acantilado en la última película), el enfoque aquí sigue siendo principalmente en el D'Artagnan sombrío y apuesto de François Civil, en una búsqueda impulsiva para encontrar a su novia desaparecida Constance (Lyna Khoudri). Pero Green aún tiene mucho en qué trabajar, en un papel que interpreta de manera tan efectiva, jugando con nuestras simpatías en prácticamente cada escena en la que aparece, que podríamos sucumbir al cliché de que nació para interpretarlo. También se involucra mucho más en la acción, ya sea enfrentándose cara a cara con un perro de ataque babeante o luchando con espadas en un establo en llamas.
Es una lástima que, una vez más, el trío titular astutamente elegido (Vincent Cassel, Romain Duris y Pio Marmaï) estén en gran medida relegados a tramas secundarias ligeras, aunque Athos de Cassel tiene algunas apuestas personales devastadoras en el escenario principal. Sin embargo, el atractivo principal aquí es la acción que, con el enfoque práctico y realista de Bourboulon, da lugar a algunas de las luchas con espadas más emocionantes que hemos visto en años. Casi tan emocionantes como esos magníficos sombreros.
Si amaste a D'Artagnan, no te decepcionará Milady. Si no has visto a D'Artagnan, prepárate para disfrutar del mejor doblete del año que no sea Barbenheinmer.
Por Miguel González.