Las Buenas Compañias

Verano de 1977. Bea tiene 16 años y se suma a los aires de cambio que recorren el país; colabora con un grupo de mujeres para visibilizar la causa feminista y lograr la aprobación del derecho al aborto. La rebeldía que siente en la sangre se mezclará con un sentimiento inesperado que trastocará su mundo interior. A lo largo de estos meses, Bea entablará una amistad muy especial con Miren, una chica algo mayor que ella y de buena familia. Su compromiso político y su relación con Miren convertirán ese verano en una etapa que marcará un antes y un después en su vida. 

El drama histórico "Las buenas compañías", dirigido por la actriz y cineasta Silvia Munt, aborda la lucha por el derecho al aborto en España a finales de los años 70. La película, que cuenta con una destacada actuación de Alicia Falcó, se suma a otros dramas recientes situados en esa década, como "Prisión 77" de Alberto Rodríguez y "Las leyes de la frontera" de Daniel Monzón, que exploran tensiones históricas fundamentales para entender la España actual. La trama de "Las buenas compañías" se centra en la experiencia de un grupo de mujeres en 1977 en el País Vasco, durante la transición española de la dictadura a la democracia. La historia se basa en un hecho real en el que once mujeres fueron encarceladas por abortar. A través de este grupo, Munt presenta una perspectiva femenina sobre los cambios sociales y políticos de la época y celebra el poder de la solidaridad.
La película sigue a la joven Bea (interpretada por Falcó), que se une a un grupo de protesta liderado por Asun (Nagore Cenizo Arroyo) en contra del encarcelamiento de estas mujeres. Por otro lado, Feli (Iztiar Ituno), madre de Bea, es una trabajadora doméstica agobiada por la vida, con un marido en prisión y en constante conflicto con su hija. Munt y el guionista Jorge Gil Munarriz construyen una trama y personajes convincentes que exploran las dificultades y tensiones vividas por estas mujeres. A pesar de algunos momentos esquemáticos en el tono, la película logra transmitir la atmósfera de un pequeño pueblo en un momento de cambio político y social.
La relación entre Bea y Feli, así como la amistad entre Bea y Miren (Elena Tarrats), se desarrollan de manera sutil y creíble, aportando un enfoque emocional a la narrativa. La dirección de fotografía de Gorka Gómez Andreu captura con habilidad el ambiente y los detalles históricos, mientras que la banda sonora incorpora música de la época, incluida una canción de Los Brincos.