Escape: La libertad, es relativa
La última gran locura de Rodrigo Cortés, un drama humano qué muestra el camino hacia el abandono del individuo.
Acompañamos a N (interpretado por Mario Casas, en según mi opinión su mejor actuación hasta la fecha), un joven traumado y consumido por el remordimiento de un error sin vuelta atrás. N, a es incapaz de recuperarse, y ni la ayuda de su hermana ni las desalentadas sesiones con su terapeuta logran mejorar su estado.
Es en el transcurso de esta vagancia sin rumbo qué N encuentra su objetivo para dejar de sentirse culpable, entrar en prisión, pero no para pagar sus culpas. La única solución para su mal pasa por perder su poder de decisión y su libertad, y nada ni nadie podrán alejarle de su porfiado y sombrío destino.
Con pinceladas de humor y desgarradora pena, avanzaremos en una irónica trama, derivada de la novela de Enrique Rubio "Escape", empatizando cómo una idea absurda propia de un demente pasa a ser la estoica solución cuando no ves más salidas.
La violencia y la determinación marcan la senda donde diversos personajes supondrán un avance, muchas veces de forma egoísta, o un impedimento en donde el cuerdo pasa a ser un villano incapaz de empatizar con nuestros nuevos ideales.
Tras hacernos sufrir una tensa claustrofobia en "Burried", El director Rodrigo Cortés cambia de tercio, y nos acoge en una realidad donde la libertad es el enemigo, con homenajes al legado de su productor "Martin Scorsese".
La actuación de Mario Casas, absolutamente brillante e irreconocible en su papel, y la evolución del destruido N, traspasando cualquier barrera social en la búsqueda de su paz mental, nos trae el Mejor Thriller de lo que llevamos de año.
No es una película fácil de ver, pero la considero imprescindible para cualquier amante de los thrillers psicológicos, la filosofía y los dramas humanos.
No me siento capaz de profundizar más en una trama qué merece ser descubierta al ritmo del montaje, para sentir vosotros mismos como vuestros conceptos de la libertad y la culpa se retuercen según os alejáis de quienes os han apoyado.
9/10
Por David Ascaso