El Secuestro
Si eres un secuestrador junior, ésta obra te interesa.
Comedia co-producida por Tío Caracoles y el Teatro Lara, muestra una historia social disfrazada de comedia, que lleva a sus personajes a infringir lo políticamente correcto
El Secuestro llena de carcajadas el patio de butacas.Y no es para menos. La comedia escrita y dirigida por Fran Norte reúne encima del escenario a cinco grandes actores, que ponen sobre la mesa una historia social, que por desgracia ha sido en muchas ocasiones verídica. Con el objetivo de poder reírse de la propia realidad.
Paco, al que da vida Carlos Chamarro, junto con su hermana y cuñado, interpretados por Diana Lázaro y Leo Rivera, secuestran al hijo del ministro (Oscar Lasarte) responsable del cierre de su negocio, ubicado en uno de los mercados más populares de Madrid. Con el fin de extorsionar al político corrupto, interpretado por Carlos Heredia, se lleva a cabo un secuestro casi serio, lleno de equivocaciones y enredos, que hará subir a la superficie todo el poso grumoso y divertido de la sociedad actual.
Y en el fondo, es una comedia que trata una tragedia social y política, que se encuentra a la orden del día. Donde se demuestra que el órgano ejecutivo por lo general, suele estar desligado del ciudadano de a pie, de sus necesidades o modos de vida. Actuando sólo para cumplir sus propios intereses. Podemos decir que una vez más el teatro filtra la realidad, para hacer un servicio a la comunidad.De tal manera que el espectador pueda soltar y relajarse de su propia realidad. Volviendo lo oscuro y triste, en brillante y positivo.
Por otro lado, existe una lucha de extremos constante, no sólo nivel social o de género, si no enfocado en el secuestro en sí mismo. En la idea de ser un criminal o de parecerlo, desde la perspectiva de quien intenta a la desesperada serlo, y del que ya lo es por amplia experiencia. De hecho en muchas ocasiones existe una extraña benevolencia por parte del equipo ministerial, que acostumbrados a la corrupción, les dice cómo actuar a los propios pseudo- secuestradores.
Por lo demás la interpretación de TODOS los actores es brillante. Desde el patio de butacas se puede sentir el disfrute que ponen los propios intérpretes con sus roles. Además es magnífico como lo trasmiten al público, haciendo que el espectador se evada y pueda reírse hasta el paroxismo.
Desde esta entrada de blog, pensamos que ha sido un buen secuestro, y que no se habría podido hacer mejor. Por lo que si te gusta el teatro no te puedes perder El secuestro, comedia que juega a ser el espejo de la propia vida para arrancarnos cada fin semana esa risa que tanto nos hace falta.
Por Marta Martínez.