Cadiz

TRES AMIGOS, DOS CENAS,UNA MUDANZA Y LA NOSTALGIA DE VOLVER A CÁDIZ.


¿Qué sucede cuando tres amigos enfrentan las complejidades de la vida adulta entre risas, recuerdos y conflictos? Gabriel Olivares nos presenta Cádiz, una comedia entrañable que convierte las tensiones de la madurez en un espectáculo lleno de humor, ingenio y humanidad.


Gabriel Olivares dirige una comedia que reúne a tres amigos, interpretados por Fran Nortes, Bart Santana y Nacho López. Aunque comparten edades similares, cada uno enfrenta procesos vitales distintos: etapas complejas y una madurez que parece descompensada.

El caos se desata durante una cena organizada por el siempre serio y meticuloso Eugenio. Buen vino, buena comida y una velada en la que las verdades comienzan a aflorar de forma velada, impregnadas de las experiencias personales de cada uno, especialmente en el ámbito de las relaciones de pareja. Adrián, en plena crisis tras su divorcio, se aferra a cualquier distracción terrenal que le haga sentirse mejor, una actitud que Eugenio desaprueba. En medio de ambos está Miguel, atrapado en un perpetuo síndrome de Peter Pan. Los tres amigos, marcados por la nostalgia de su juventud, evocan constantemente un viaje a Cádiz que compartieron años atrás. Este recuerdo funciona como un bálsamo y una conexión en los momentos de mayor tensión, simbolizando tanto la añoranza como la cura.

Aunque la premisa podría parecer un drama, Gabriel Olivares logra convertirla en una comedia desenfadada. Los conflictos de los personajes están sazonados con ingenio y humor, arrancando carcajadas en el público. La obra transmite que, al final, los problemas de la vida se enfrentan mejor con humor, y ofrece una reflexión cómica sobre los altibajos de la amistad a lo largo del tiempo.

La historia se desarrolla de manera sobresaliente en tres actos. El primero, durante la cena inicial, establece el statu quo de los personajes y desencadena los conflictos, revelando incluso los primeros indicios del fin del matrimonio de Eugenio. En el segundo acto, Adrián inicia su proceso de reconstrucción personal, explorando la espiritualidad y buscando un acercamiento en medio de las tensiones del grupo. Finalmente, el tercer acto aborda el paso definitivo de Miguel a la vida adulta, lo que permite que el grupo recupere su vínculo esencial, convirtiendo su amistad en algo más profundo: una familia.

Desde el punto de vista escenográfico, Cádiz sorprende con su ingenio espacial. Un mismo escenario transforma tres habitaciones en lugares donde puede desatarse un caos total, invertirse el mundo y, al mismo tiempo, recomponerse. Por su parte, las interpretaciones de Fran Nortes, Bart Santana y Nacho López son excepcionales. Los tres actores trabajan como una trenza bien tejida, sosteniendo una historia que destila vida, risas y verdades. Gracias a su desempeño, una trama cotidiana se convierte en un relato extraordinario digno de ser contado.

En definitiva, Cádiz es una obra ingeniosa, fresca y emocionante. Una propuesta teatral que no te puedes perder si buscas un guion sólido, interpretaciones brillantes y risas aseguradas.

Por Marta Martínez.