Bitelchús, Beetlejuice, Betelgeuse

16.09.2024

Tim Burton nos devuelve al mundo de Beetlejuice de los años ochenta,ideal para ésta temporada de Halloween.


 El director rescata la historia de Beetlejuice para devolverlo a pleno siglo veintiuno , lanzando una segunda parte que no decepciona, repleta de ese humor sarcástico y grotesco que tanto nos gusta.


Si existe un director al que podamos reconocer de un simple vistazo, ese es Tiim Burton, creador de películas tan características como Big Fish o Sleepy Hollow, que en esta ocasión recupera de su filmografía al " Bioexorcista" Beetlejuice. De él, no sólo ha habido una película mítica. Durante más de tres décadas se ha generado un mundo particular alrededor de su figura, siendo bastante popular su serie de animación, así como su musical que se representa en el mismísimo Broadway.

Y aquí tenemos la versión actualizada para las nuevas generaciones. El humor extremadamente macabro y fangoso, viene a provocar los estereotipos actuales. Winona Rider y Michael Keaton recuperan sus roles como Lydia y el propio demonio. Uno desesperado por recuperar a su crush y la otra desesperada por salvar a su hija, interpretada por Jenna Ortega. Mientras a modo de enredos, Monica Bellucci realiza una aparición estelar como verdadera malvada de ésta historia y tenemos a un Willian Dafoe que hace que todo sea tronchantemente "Creíble" y que nunca nos falte café..

El mundo de Tim Burton basado en el expresionismo alemán y la novela gótica de principios de siglo XX, mantiene su estética dentro de este film . Mezclado con efectos surrealista y toques grunge. Con un humor de doble filo, fuerte y sin vaselina, que no tiene en cuenta la fragilidad de la infancia, por lo que se puede considerar, que realmente no es una película infantil. Pero que encaja a la perfección con la rebeldía teenegers y con los adultos, que acaban impregnados de nostalgia ochentera, pero sin abusar de los guiños a la primera película.

Es una película que se ha hecho desde la diversión, buscando lo estrambótico. Que no tendría ningún sentido, sin el papel fundamental por parte de los actores, que le dan el " gracejo " necesario a la historia . Destacando a Catherine O´hara, la gran "faraona de la comedia " dentro de ésta historia. Aunque si bien es cierto Michael Keaton se encuentra en su salsa, sublime, parece mentira que en sus tiempos fuera ese Batman tan serio, en contraposición con este Beetlejuice intenso y desbordante. Por último ver trabajar juntas a Rider y Ortega, es una verdadera fiesta, ya que llenan la pantalla como madre e hija.



No podemos decir más al respecto de ésta segunda parte, más que Beetlejuice es un poco como el vino o el arte contemporáneo.Es una película que, o te gusta o no hay remedio en ello. Pero como calidad fílmica y a nivel comedia, es una segunda parte que rompe con la excepción a la regla, y que es digna de ser vista. 



Por Marta Martínez

                       En Memoria de BOB