Azrael
Un silencio aterrador que habla por sí mismo
Entre lo más destacado de la 57ª edición del Festival de Sitges encontramos Azrael, la nueva propuesta de E.L. Katz, que logra crear un ambiente opresivo y cargado de tensión en un bosque donde el silencio es más aterrador que las criaturas que lo habitan. Protagonizada por Samara Weaving, la película nos sumerge en una historia donde el diálogo brilla por su ausencia, pero las emociones fluyen con la fuerza de una tormenta.
La trama sigue a Azrael, una joven que, tras escapar de una secta en un bosque remoto, es recapturada para ser sacrificada a una oscura entidad ancestral. Sin embargo, logra fugarse y, a partir de ese momento, empieza una cacería implacable donde el peligro humano y sobrenatural está a la vuelta de cada árbol. Lo más impresionante de esta película es cómo, sin una sola palabra, Katz logra mantener al espectador pegado a la pantalla.
Samara Weaving: El alma de Azrael
Weaving, en el papel titular, da una actuación memorable. Sin decir nada, consigue que sintamos su miedo, desesperación y coraje. No es fácil sostener una historia sin diálogos, pero ella lo logra a la perfección, llevando el peso emocional de la película con una sutileza increíble. Este tipo de actuación requiere una conexión brutal con el público, y Weaving lo hace parecer fácil.
Una atmósfera sofocante y postapocalíptica
Otro punto fuerte es la ambientación. Aunque toda la película ocurre en un bosque, el ambiente postapocalíptico está muy presente, dándole un toque único que mantiene la tensión alta. La oscuridad del bosque y los paisajes desolados acompañan a la perfección el tono de la película, envolviendo al espectador en una sensación constante de peligro.
El sonido y la fotografía: Un espectáculo en silencio
El sonido y la banda sonora juegan un papel clave en la película, cubriendo la ausencia de diálogos con un diseño sonoro que intensifica cada momento de tensión. La fotografía de Mart Taniel también es espectacular, ofreciendo imágenes que capturan la belleza y el horror en cada plano, desde los claros iluminados por una falsa luna hasta las sombras inquietantes que parecen esconder secretos en cada rincón del bosque.
Acción brutal y visceral
Y no podemos olvidar el aspecto más brutal de Azrael: las muertes. Estas escenas no son solo impactantes, sino que están coreografiadas con un realismo que estremece. El gore está presente, pero no se siente gratuito, sino una parte natural de este mundo violento y oscuro.
Azrael es una joya dentro del género de terror. Katz ha logrado crear una película que, aunque no se distancia de ciertos clichés, los presenta de una manera tan efectiva que resulta fresca y emocionante. Si te gustan los thrillers de supervivencia llenos de tensión, esta es una de las mejores opciones.