Assassin's Creed: Mirage
"EL RESURGIR DE LA SAGA"
Esta última entrega de la saga nos sitúa en Bagdad en el siglo IX, donde encarnamos a Basim, un joven ladrón callejero que sobrevive como puede en los distintos distritos de esta mítica ciudad. Hasta que un día se ve obligado a huir de la ciudad y es rescatado y acogido por una organización secreta, los Ocultos. Tras entrenarse con ellos, regresará a Bagdad para acabar con los líderes que están corrompiéndola, ocultos tras máscaras y un grupo criminal llamado "La Orden". Y no solo eso, sino que regresará para reencontrarse con viejos amigos y, lo más importante, resolver sus dudas sobre su pasado, su origen y saber a dónde le llevará el futuro.
Esta entrega, que para mí tiene más luces que sombras, me ha recordado mucho a los primeros juegos de la saga, como ya había mencionado Ubisoft, quienes querían hacer un retorno a ese inicio, especialmente a la historia de Altaïr. Como punto negativo, solo diría que se asemeja mucho al primer juego, especialmente la ciudad y las bases que la rodean, así como a "Origins" en toda la zona exterior del mapa, sobre todo los desiertos. Sin embargo, es un juego muy bueno que conserva la jugabilidad de los últimos títulos pero con mejoras en el parkour, más fluidez y en la escalada, además de añadir algunas animaciones nuevas. Las secuencias de huida también se han mejorado, como la técnica de romper sacos de especias para crear una especie de bomba de humo o derribar andamios para cortar el paso a los guardias.
Me ha recordado también mucho a la historia de Aladdín y, por supuesto, la estética de "Las mil y una noches", con los ladrones, el desierto, la ciudad y los mercaderes. La ciudad está especialmente bien cuidada, con atención a cada detalle en cada distrito que se forma en círculos alrededor del núcleo de la ciudad, por lo que se le llamaba la "ciudad redonda". El desierto es mucho más pequeño que el que vimos en Egipto con "Origins", pero creo que esto es positivo, ya que el mapa en general es más reducido y, por lo tanto, más ligero y fácil de explorar, sin la sensación de agobio que a veces ofrecen los inmensos mapas de los mundos abiertos.
Las misiones secundarias pueden resultar un poco repetitivas, y en mi opinión, un aspecto negativo es el inventario lleno de objetos, la mayoría de los cuales son inútiles, algo que ya se ha visto en las últimas entregas. Sin embargo, la historia principal es bastante entretenida, y dar caza a los líderes de la Orden presenta un reto diferente en cada ocasión.
En resumen, es un buen juego que revive en cierta medida la saga y marca el comienzo de una nueva era en Assassin's Creed.
Por Pablo Fernández.