Anatomía: Una Historia de amor

31.03.2024

Edimburgo, 1817. En una época en la que la mayor meta de las mujeres es casarse, el sueño de Hazel Sinnett es convertirse en cirujana. Jack Currer sobrevive expoliando tumbas en una ciudad y vendiéndolas, en una ciudad en la que el riesgo de morir en cualquier esquina es muy alto. Cuando a Hazel se le niega la posibilidad de formarse como médico, hace un trato con un renombrado médico según el cual, si consigue prepararse ella sola para el examen de ingreso, podrá estudiar en la Universidad. Para ello necesita cuerpos con los que practicar y Jack será la solución. Pero él tiene otros problemas: sus amigos están desapareciendo y la sombra de una plaga mortal empieza a asolar Edimburgo. Hazel y Jack trabajarán juntos para descubrir qué está ocurriendo, al tiempo que nace en sus corazones un sentimiento para el que no estaban preparados.



Sobre la autora


Dana Schwartz ha escrito cinco libros, entre ellos sus éxitos que ocuparon el #1 en el New York Times y #1 en la categoría Indie bestseller; Anatomía: Una historia de amor y su secuela Inmortalidad: Una historia de amor. Sus libros se han publicado en más de 20 países y se han traducido en más de una docena de idiomas. Dana también ha hecho trabajos como periodista para Entertainment Weekly, The New Yorker, The Washington Post, y muchos más.


Opinión:


En el libro seguimos la historia de Hazel Sinnett, una joven de dieciséis años que sueña con ser cirujana y encontrar la cura de las fiebres romanas, una epidemia que está afectando Edimburgo y que se llevó a su hermano. Sin embargo, su sueño es difícil de conseguir debido a su estatus social y porque es una mujer, cuando todas las personas en esa época que se dedican a la medicina son hombres. Destinada a casarse con su primo, Hazel tiene pocas oportunidades de conseguir su meta. Para conseguir su objetivo, Hazel se infiltra en las instalaciones de la Universidad de Anatomistas porque su curiosidad aumenta después de ver una demostración de una cirugía. Aunque ha leído los libros de su padre sobre anatomía desde que tiene memoria, hay cosas que no comprende del todo aunque va a la universidad. Hazel se ve acorralada y hace un trato con un médico de bastante renombre en esa época para que le permita estudiar medicina a ella y a todas las mujeres que lo deseen si consigue aprobar el examen de ingreso; en caso contrario, tendría que dejar de estudiar medicina y dedicarse por completo a su destino como mujer, casarse y tener hijos.


En cuanto a la ambientación, está bastante completa, aunque no hayas estado en Edimburgo la forma en la que la autora consigue transmitir la ambientación de la ciudad hace que te transportes al sitio. No sólo la ambientación está muy lograda, sino también las descripciones de los procedimientos quirúrgicos se relatan con tanto detalle que da la sensación de vivirlo a flor de piel. En general, todos los aspectos que detallan en la obra con respecto a la medicina son bastante específicos y propios de la época.


Por otro lado, aunque lo que es el entorno de la historia nos genera tantas emociones, en este retelling de Frankenstein el romance se queda un poco corto, por el hilo conductor de la historia ciertamente es complicado desarrollar un romance, pero lo poco que hay es muy fugaz, se nota que está hecho para tener una secuela. Por como van desarrollándose los acontecimientos, piensas que las cosas van a ir de cierto modo pero acaban tomando un rumbo totalmente distinto y, en algunos casos, predecible. Jack Currer, un resurreccionista, empieza a traerle cuerpos a Hazel para que ella pueda practicar y prepararse para el examen en un momento muy peligroso para los resurreccionistas. Ambos pertenecen a mundos distintos, pero se enamoran después de compartir tanto tiempo juntos.


Hazel empieza a examinar personas en un sitio apartado de su mansión y aquí es donde la historia toma un camino que no tiene mucho sentido. Aprovecha la ausencia de su hermano y su madre, que se van de Edimburgo por el riesgo de las fiebres romanas, para iniciar una especie de hospital en su casa. Siento que esto desconcierta bastante por diversas razones, una de ellas siendo que Hazel es una adolescente jugando a ser doctora. Aunque su nivel de conocimientos puede equipararse al de una persona experimentada, no deja de ser una niña que está ejerciendo una profesión de la que dependen la vida de las personas. Siguiendo la misma línea, aunque ella está llevando a cabo estas actividades, su madre parece no enterarse nunca de lo que sucede en su casa mientras ella está fuera cuidando la salud de su hijo.


En definitiva es una novela recomendable para los amantes de las historias con poco romance o que les guste el tema de la medicina y su evolución a lo largo del tiempo, aunque quizás el final no sea del gusto de todo el mundo.


Por Andrea Estévez Díaz.